martes, 24 de septiembre de 2013

HE VISTO... Insidious


Hablemos de Insidious ahora que ha llegado el estreno de la segunda parte, exitazo en taquilla en USA, no tanto para la crítica, parece... Veremos el mes que viene...

Rodada en 2010 se barajaron otros títulos como The Further o The Astral, pero al final, y poco antes del estreno decidieron titularla INSIDIOUS. Personalmente me encanta, me parece acertadísima por la historia en sí, y por el engaño al que nos somete la propia película.

El director es James Wan y el guionista Leigh Whannell, director y guionista de Saw, Dead Silence o Expediente Warren. Con estas referencias, y si te gusta el género debería ser suficiente para que no te la pierdas, pero por si acaso aquí te cuento unas cosas más.

AVISO: HAY SPOILERS.

Insidious está planeada en dos partes claramente diferenciadas.

La primera parte nos cuenta la típica historia de una familia feliz: papá, mamá, dos niños y un bebé, que se mudan a una casa estupenda, y en la que parece que no están solos. Todos menos el padre se dan cuenta de ello. Un día uno de los hijos (Ty Simpkins) se golpea en la cabeza jugando en la buhardilla, y lo que parece un simple golpe, se convierte en un coma que los médicos no pueden tratar. Mientras el padre (Patrick Wilson) pasa cada vez menos tiempo en la casa, la madre (Rose Byrne) cuida del niño en coma y de los otros dos pequeños, mientras se suceden todo tipo de visiones y sonidos extraños que los tienen realmente acojonados. Así que deciden mudarse de casa de nuevo y escapar.


Hasta aquí la primera parte de la película, construida a partir de gags de terror clásicos: puertas que crujen, susurros a través de un interfono para bebés, visiones momentáneas y una estupenda banda sonora de violines cihrriantes que te ponen bien nerviosito. Todo lo necesario para una casa encantada al más puro estilo Poltergeist (1982).

La segunda parte es un auténtico festival encabezado por una medium un poco loca (Lin Shaye), que emplea unos artilugios más locos todavía y a la que acompañan dos ayudantes que se convierten el tópico típico de personajes cómicos en una atmósfera cargada de suspense.



Ya no intuimos a los fantasmas, en esta nueva casa los vemos en todo su esplendor: niños de época, niñas en camisón, viejas con toquilla, maquillajes a lo Marilyn Manson y las estrellas del circo: un emo-gótico tarado y el hermano despeluchado de Darth Moul (dos de los "monstruos del armario" del director).
Aquí se nos desvela que el niño no está en coma, sino sumido en un viaje astral del que no puede regresar solo (Un viaje astral, qué jefe el amigo Wan...) y le tienen que ayudar a volver.

La última media hora es una loca genialidad, en la que no sabes si estar en tensión en el plano astral, o disfrutando del Freak Show Festival que se ha desatado en el plano real, que tanto sirve para finalizar la peli, como para dar pie a la secuela, directamente relacionada con esta historia.



Es algo inusual que en los tiempos que corren, alguien como James Wan, que nos tiene mal acostumbrados al gore y al terror visceral, apueste por este tipo de terror psicológico, donde sustituye la casquería por planos claustrofóbicos y una banda sonora que te levanta del asiento. Somos vilmente asustados con trucos que ya se usaron en Poltergeist o El Ente.
Y no es casualidad que justo nombre a estas dos películas, pero es tan clara su influencia, que no podía dejar de hacerlo. La influencia de El Ente llega hasta tal punto que, en Insidious, aparece la protagonista de El Ente, Bárbara Hershey.



En unas semanas podremos disfrutar de Insidious: Capítulo 2, y para 2015 del Capítulo 3, que no cuenta con Wan como director pero sí con Whannell como guionista. A ver si nos sorprende para bien o para mal, y sobre todo a ver por dónde nos intentan colar la insidia esta vez.





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